”El cierre de la ERT no es una expresión de la determinación gubernamental; al contrario, afecta a las normas democráticas y el derecho a la información. Se produjo sin siquiera la aprobación parlamentaria y sin consultar ni a sus socios gubernamentales de aquel entonces. El cierre de la ERT, la pantalla en negro y el silencio de la radio por las frecuencias públicas ha sido un ejercicio no sólo de autoritarismo, sino también de improvisación, ya que el gobierno no se había enterado de los graves problemas jurídicos, sociales y económicos que provocaría a los periodistas y empleados de la ERT y sus colaboradores.

Semanas después de la clausura, el gobierno todavía no ha presentado un plan creíble para una radiotelevisión pública pluralista, mientras que se encargará de la reforma el viceministro de un gobierno de dos partidos, que son los principales responsables por los fenómenos que supuestamente han provocado el cierre de la ERT.

La reestructuración y la mejora de la ERT para desempeñar su importante papel como radiotelevisión pública, democrática y pluralista, no se puede llevar a cabo por aquellos que durante años nombraban a amigos políticos en los Consejos Administrativos, derrochaban  recursos públicos y trataban de manipular las informaciones presentadas por los periodistas”.

Y Jrisóguelos agregó que la sugerencia de los Verdes es clara: "Con la ERT abierta debe comenzar un diálogo con los trabajadores, periodistas, parlamentarios para la reestructuración de la ERT a través de cambios necesarios para cumplir con su papel como radiotelevisión pública pluralista e independiente del poder ejecutivo y los intereses privados, que exprese los valores de los medios de comunicación en el seno de la UE. El Gobierno griego está obligado de cumplir con la legislación europea y griega y con las obligaciones derivadas de la Carta Europea sobre Libertad de los Medios de Comunicación y del Protocolo de Amsterdam”.

Crítica dura contra el cierre de la ERT ha sido ejercida por casi todos los eurodiputados que han intervenido en el debate, incluso del grupo político conservador en que participa la Nueva Democracia, a pesar de que el representante del Partido Popular Europeo trató sin éxito justificar las acciones del Gobierno. Casi todos el resto de los eurodiputados de todos los grupos políticos, y por supuesto los Verdes Dany Cohn-Bendit y Rebecca Harms, que consideraron el cierre de la radio y la televisión públicas de Grecia como un golpe a las normas democráticas que no se puede justificar.